Turingia

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No hay muchas razones para no viajar a Turingia. Al fin y al cabo, es el hogar del Castillo de Wartburg, una pieza importante de la historia alemana, y de Weimar, uno de los lugares más importantes de la cultura alemana. El hecho de que este estado situado en el centro de Alemania cuente con una capital digna de ser visitada, Erfurt, un pulmón verde, el Parque Nacional de Hainich, y una excitante cordillera baja con muchas actividades de ocio, el Kyffhäuser, son otros argumentos a favor de una visita. Turingia también cuenta con un notable número de castillos y palacios y ofrece una variedad de paisajes que invitan a desconectar y relajarse.

Lugares de interés en Turingia

Si viaja por Turingia, no debería perderse los lugares más interesantes e impresionantes. No cabe duda de que merece la pena tener la cámara preparada, tanto si se va a la Garganta del Dragón como a la cascada o al Castillo de Wartburg, por ejemplo. Cada uno de los destinos listados en Turingia tiene su propio encanto y ofrece su propia atmósfera atractiva.

La Drachenschlucht (Garganta del Dragón) es sin duda uno de los puntos más populares y es un destino muy atractivo, especialmente para los excursionistas. Aquí, los excursionistas experimentan la naturaleza en estado puro al atravesar las imponentes paredes rocosas y tal vez incluso vislumbrar una salamandra de fuego real aquí y allá. Las piedras de musgo y las almohadillas merecen por sí solas el viaje, ya que constituyen un hábitat para diversas especies animales.

Otro punto culminante de una excursión exitosa es el pintoresco castillo de Wartburg, y no sólo los amantes de los castillos sacan provecho de este lugar. Lo más interesante de este monumento es que el castillo parece estar cargado de historia, ya que desde 1067 se han alojado aquí grandes escritores y reformistas. No en vano, este castillo tan especial es desde hace años Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

El recorrido continúa con el Landgrafenschlucht (Desfiladero del Landgrave), que es más suave y apacible que el Drachenschlucht (Desfiladero del Dragón), pero que conserva todo su atractivo visual. Este desfiladero también es adecuado para los excursionistas inexpertos, ya que ofrece caminos amplios y aptos para peatones.

Si está en Turingia, no deje de visitar la gran piedra del dragón. Esta piedra es digna de verse en sí misma y también hay un antiguo roble con un lugar de descanso. La vista de la belleza natural circundante es abrumadora y se puede disfrutar al máximo.

La cascada de Trusetal es especialmente atmosférica, aunque no sea un fenómeno natural sino artificial. Las vistas y el ambiente merecen sin duda un viaje, y cuando hace calor el agua es un elemento refrescante.

Igualmente impresionante es el "Tiro Rojo", que a más de 500 metros es un hito notable en Turingia. El rojo de la piedra natural es un auténtico regalo para la vista y compensa cualquier esfuerzo de senderismo.