Tolón
Toulon es el puerto base del portaaviones Charles de Gaulle, el mayor buque de la marina francesa. Esto indica que, junto con Brest, la ciudad es la base naval más importante de Francia. Este papel da forma a la ciudad, y lo ha hecho durante siglos.
Comenzó tras la anexión de Provenza a Francia en 1486. Poco a poco, el puerto y las fortificaciones se fueron ampliando. Estas últimas se alinean alrededor de la bahía, que forma un puerto natural, y algunas de ellas se pueden visitar. Otra forma de abordar este tema es realizar una visita al puerto, durante la cual también se pueden ver los modernos buques de guerra franceses.
En Tolón, la historia naval es historia urbana. Toulon fue el punto de partida de las actividades navales francesas en el Mediterráneo en los siglos XVIII y XIX. Cuando la ciudad fue ocupada por las tropas alemanas durante la Segunda Guerra Mundial, los franceses hundieron ellos mismos su flota anclada allí para que no cayera en manos del enemigo. En agosto de 1944, las tropas aliadas desembarcaron en Tolón, que fue una de las primeras ciudades liberadas de Francia.
Montaña local con vistas
Este acontecimiento se conmemora hoy en día con el monumento al desembarco aliado en el Monte Faron. Se trata de la montaña local de la ciudad, de 584 metros de altura, a la que se accede mediante un teleférico. También hay una iglesia, instalada en un antiguo búnker, y un pequeño zoológico. El Monte Faron es una buena primera parada para que cualquier visitante tenga una visión general de la ciudad. Otro mirador importante es el de la Tour Royale, parte de las antiguas fortificaciones, con su buena vista del puerto de guerra.
Entre los lugares de interés con conexiones militares se encuentra el Museo Naval con sus maquetas, pinturas, mapas y muchas otras exposiciones del mundo de las fuerzas navales. Sin embargo, sería un error pensar que todo en Tolón gira en torno al ejército. El museo de arte y el de historia natural tratan temas completamente diferentes.
Los encantos ocultos del casco antiguo
Pero Toulon también es una ciudad para pasear y deambular. A lo largo del paseo del puerto se levantan casas más modernas después de que este barrio fuera destruido en la guerra. Las tiendas, los cafés y la vista del puerto son lo que hacen que esta calle sea tan atractiva. Desde allí se llega a un tiro de piedra al pintoresco casco antiguo, con sus calles estrechas, numerosas fuentes y plazuelas. Cuando es día de mercado, no hay duda de que se está en una ciudad provenzal.
Merece la pena visitar la plaza de la Liberté con la Fontaine de la Libération, la plaza Victor Hugo con la ópera de 1862 y la plaza Puget con la Fontaine des trois Dauphins. También debe visitar la catedral de Sainte Marie, que data del siglo XI y combina varios estilos arquitectónicos.
Cultura y relajación
Toulon no es sólo la historia de la ciudad y sus vestigios arquitectónicos. Varios festivales de música también convierten a la ciudad en un punto de encuentro para los amantes de la cultura, desde la música clásica hasta el rock y el folk, pasando por la música de cine. Y las playas son lugares de descanso. A las Plages du Mourillon, bien equipadas con bares, espacios verdes y zonas deportivas y de juegos, se llega a pie desde el casco antiguo en 20 minutos.