Rabenhof

Albergue para los famosos

El Rabenhof se construyó en el siglo XVI y durante más de 300 años fue un albergue para varias personalidades ilustres de la época, como el emperador alemán José II, el general sueco Gustav Horn o incluso el rey de Prusia Federico el Grande.

En 1854, la casa de huéspedes, que entonces se llamaba "Der Rappen", cerró y sólo la fábrica de vidrio "Ott Frères", que también se alojaba en el edificio, permaneció abierta durante más de 100 años. En 1871, el fabricante de guarniciones "Seitz", que también producía para el Sha de Persia, abrió en la antigua sección del albergue. "Seitz también utilizó parte de la Cour du Corbeau como alojamiento para los trabajadores.

Casi 50 años después, en 1930, el Rabenhof fue declarado monumento histórico. Pero desde 1982 el edificio estaba vacío y los estragos del tiempo lo corroían. En 2006, se hicieron los primeros planes para restaurar el Rabenhof.

Tras varios años de trabajos de renovación, durante los cuales se conservaron la historia y el ambiente originales de este edificio, la casa abrió sus puertas en mayo de 2009 como Hotel Cour du Corbeau, continuando así su historia centenaria como lugar de alojamiento.

¿Qué hay que ver?

Situado no lejos de la Rabensplatz y del puente del mismo nombre, se recomienda visitar el Rabenshof por su belleza arquitectónica. Aquí se puede ver un hermoso edificio de entramado de madera con su patio interior y sus adoquines originales. En la puerta de madera de la entrada se puede ver un cuervo forjado con barras de hierro, que da nombre al lugar.

Dado que hoy en día vuelve a funcionar como hotel, puede alojarse aquí en un ambiente histórico o degustar especialidades regionales en el restaurante asociado o en el bar de cócteles.

A la vuelta, es interesante una breve parada en la Rabenplatz. En su día se utilizó como lugar de ejecución de asesinos y ahora es un popular lugar de encuentro. Especialmente el restaurante "Au Canon", una antigua cervecería, merece una parada.