Puente Viejo

La historia del puente

Según las investigaciones arqueológicas, el emplazamiento del Ponte Vecchio ha sido importante para cruzar el Arno durante mucho tiempo. El río nace en el centro montañoso de Italia y luego fluye bastante recto hacia el oeste, donde finalmente desemboca en el Mediterráneo. Debido al tamaño del río y a su longitud, fue necesario construir una instalación de cruce.

Los etruscos, un antiguo pueblo que gobernaba la región de la Toscana en el milenio antes de Cristo, construyeron aquí el primer puente. Se trata de un puente de madera bastante escueto, que también se utilizaba con regularidad bajo el dominio de los romanos, que afianzaron su poder en la región hacia el año 300 a.C. El puente se convirtió en un importante punto de paso y los romanos reconocieron su buena ubicación estratégica. Por ello, fundaron allí un asentamiento que pudiera beneficiarse de los numerosos comerciantes que tenían que cruzar el puente. Así es como surgió la Florencia de hoy.

A lo largo de los siglos, la ciudad creció hasta convertirse en una de las más importantes de la región italiana. Todo se agravó cuando en 1333 una inundación destruyó por completo el puente, que aún era de madera. Esto fue una catástrofe para la ciudad, que dependía del comercio, y la reconstrucción se convirtió en la primera prioridad de la ciudad. En doce años, los florentinos construyeron un nuevo puente de piedra, tal y como lo conocemos hoy. En 1345, el puente fue inaugurado y el comercio pudo continuar sin problemas.

Poco a poco, las tiendas se instalan en el puente para ganar dinero de los transeúntes. El puente, como único punto de paso, era ideal para ubicar una tienda. Así, el puente estaba ocupado a ambos lados por casas que se conectan perfectamente entre sí. Las entradas de las tiendas individuales daban todas al centro del puente, que es donde se vendía la mercancía. En la parte posterior de las casas se formaban numerosos balcones que se extendían sobre el borde del puente y hacia el Arno.

En medio del puente hay un pequeño hueco entre las casas desde el que se puede ver el Arno.
En el siglo XVI, Cosme de Médicis quiso conectar dos de sus casas con una pasarela directa. El problema: las casas estaban en las dos orillas diferentes, directamente frente al Ponte Vecchio. El arquitecto Giorgio Vasari realizó el plan construyendo un corredor a través de las casas existentes. El centro del puente, libre de casas, estaba salteado por tres arcos porticados, que todavía ofrecen la única vista río arriba.
Durante una catastrófica inundación en 1966, casi todas las tiendas del puente quedaron completamente destruidas. Pero la nueva función del puente como imán turístico hizo que se reconstruyera rápidamente a su estado original.

Las tiendas del Ponte Vecchio

En la Edad Media, muchos negocios sencillos y artesanales se instalaron en el puente. Carniceros, curtidores, carpinteros y panaderos estaban representados en el puente. En 1593, Fernando I decretó que las tiendas anteriores provocaban demasiada suciedad y hedor. Sustituyó las tiendas anteriores por muchas herrerías, especialmente de oro y plata. Desde entonces, los joyeros tienen una larga tradición en el Ponte Vecchio. Algunos de los joyeros más famosos del mundo tienen hoy una tienda aquí.
En el centro del puente se encuentra también el busto de Benevenuto Cellini. Cellini fue uno de los orfebres más famosos del siglo XVI y se instaló en el Ponte Vecchio por orden de Fernando.