1. Inicio
  2.  › 
  3. Portugal
  4.  › 
  5. Lisboa

Plaza del Comercio

Merece la pena ver la gigantesca Praça do Comércio, en el barrio de la Baixa de la capital lisboeta. La plaza se encuentra al final de la Rua Augusta y está bordeada por el río Tajo.

La historia de la plaza

La plaza se llamaba originalmente Terreiro do Paço (Terreno del Palacio) porque hasta 1755 fue el lugar del palacio real donde residieron los reyes portugueses durante más de 200 años. Sin embargo, el castillo quedó completamente destruido por el gran terremoto y el posterior tsunami. Tras el terremoto, la plaza fue reconstruida según los planos del Marqués de Pombal, uno de los más importantes estadistas portugueses del siglo XVIII.

Los nuevos edificios se construyeron en forma de U alrededor de la plaza y contenían las oficinas de las autoridades aduaneras y portuarias. Además, se construyó un arco de triunfo a la entrada de la Rua Augusta, así como una estatua ecuestre del rey José I para agradecerle la financiación de la reconstrucción.

La plaza fue un importante punto de encuentro para el comercio de la ciudad durante los siglos XVIII y XIX. Debido a su ubicación directamente en el puerto, la Praça do Comércio era importante para el comercio exterior, las compañías navieras y la economía del país.

La plaza adquirió mayor importancia histórica en 1974, cuando se utilizó como lugar de encuentro de los insurgentes durante la Revolución de los Claveles, el golpe militar contra la dictadura autoritaria del país.

Hasta finales del siglo XX, la plaza se utilizaba como aparcamiento. Hoy en día es una zona peatonal y también un lugar popular para eventos.

¿Qué hay que ver?

La Praça do Comércio consiste en un imponente arco de triunfo al final de la Rua Augusta, por el que se entra en la plaza, que mide 170 metros por 170. El arco representa a héroes nacionales portugueses, como Vasco da Gama o incluso el Marqués de Pombal. La plaza está enmarcada por varios palacios y en el centro se encuentra la estatua ecuestre del rey José I.

La forma de la plaza ofrece una maravillosa vista de la desembocadura del río Tajo y hoy en día se pueden encontrar aquí numerosos cafés y restaurantes.