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Plaza de la Bastilla

Casi ninguna otra ciudad del mundo ofrece tantos lugares de interés histórico como la capital de Francia. A menudo resulta difícil decidir cuál de ellos debe incluirse en el programa de un viaje a París. La plaza de la Bastilla, con su Columna de Julio y su enorme rotonda, debería ser sin duda una de ellas. Desde aquí se inició el asalto a la Bastilla en 1789, que fue el acto central de la Revolución Francesa. Es, por tanto, un lugar extremadamente histórico, en cuyo legado se basa toda la actual República Francesa.

Historia de la plaza y de la Columna de Julio

Las dimensiones de la plaza de la Bastilla son enormes. Tiene 215 metros de largo y 150 de ancho. Y en el París actual, la plaza de la Bastilla es uno de los cruces de tráfico más importantes del centro de la ciudad. Aquí confluyen nada menos que 11 (¡!) calles diferentes y también salen de aquí. En consecuencia, siempre hay mucha actividad aquí, tanto de peatones como de otros tráficos. Pero los turistas quieren visitar sobre todo la Columna de Julio en el centro de la plaza de la Bastilla. Conmemora los acontecimientos de finales del siglo XVIII, cuando la Revolución Francesa siguió su curso. Además, se encuentra exactamente en el lugar donde se encontraba la Bastilla, que servía de prisión en aquella época.

Tras la violenta demolición de la Bastilla, Pierre-Francois Pallay colocó aquí la primera piedra de la Columna de Julio el 14 de julio de 1792, exactamente tres años después del inicio de la Revolución. Alcanza una altura de 51 metros. Su parte superior está adornada por la escultura dorada "La Genie de la Liberte", que simboliza el espíritu de la libertad conquistada en aquella época. Se trata de una escultura dorada de un ángel en equilibrio sobre una pierna, que sostiene una antorcha encendida en una mano.

Bóveda con tumbas en un lugar cargado de historia

Debajo del pilar hay un templo que fue amueblado posteriormente. Aquí, a mediados del siglo XIX, se trasladaron los huesos de los compañeros de armas caídos durante la revolución. La bóveda con estas tumbas está abierta al público y es una de las atracciones de la plaza de la Bastilla.

La plaza de la Bastilla también está cargada de historia por otro motivo que no es el inicio de la revolución. En este lugar, del 9 al 14 de junio de 1794, se encontraba la guillotina, que sirvió para decapitar a no menos de 75 personas antes de ser trasladada a otro lugar de la ciudad.

Opera Bastille y cómo llegar a la Plaza de la Bastilla

En esta plaza se encuentra también la Ópera de la Bastilla, inaugurada en 1989 y que es una de las dos grandes óperas de París. En este sentido, muchos melómanos visitarán de todos modos la plaza de la Bastilla durante su viaje a París. Arquitectónicamente, el interior de la Ópera de la Bastilla es de estilo neobarroco, mientras que la fachada es de estilo moderno.

A la plaza de la Bastilla se llega a través de la estación de metro Bastille de la línea 5. Parte de esta estación está formada por los restos de la muralla exterior de la Bastilla. Debajo hay un túnel por el que discurre el Canal Saint-Martin a lo largo de 2 kilómetros, que utilizan muchos yates.