Patmos, la Jerusalén del Egeo, el lugar donde Juan escribió el Apocalipsis, irradia magia mitológica y cristiana. En un principio, se dice que Zeus regaló la isla a su hija Artemisa. Le esperan hermosas playas junto a pintorescos acantilados, verdes colinas con olivos, lugares antiguos y monumentos. Una visita al Monasterio de San Juan es imprescindible, aquí también se puede visitar la cueva donde Juan tuvo sus visiones. Además de este monasterio, la isla ofrece muchos otros lugares de vida religiosa. A menudo, la antigüedad y el cristianismo coexisten, como las ruinas del templo de Apolo junto a la iglesia de San Constantino en Chora.
