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Monumento a los Descubrimientos

El monumento de los descubrimientos

Uno de los muchos lugares de interés de Lisboa es el Monumento a los Descubrimientos (portugués: Padrão dos Decobrimentos). Se encuentra a los pies del río Tajo, en el barrio de Belém, junto a la Torre de Belém.

¿Cuál es la importancia histórica?

El Monumento a los Descubrimientos se erigió en 1960, durante la dictadura portuguesa de Salazar, para celebrar el 500 aniversario de la muerte de Enrique el Navegante. Enrique el Navegante era el infante portugués y financió muchos viajes de descubrimiento que ayudaron a Portugal a convertirse en una fuerte potencia colonial y naval.

El edificio conmemora la gloriosa época de los descubrimientos que permitieron al país comerciar de forma intercontinental. Esta época hizo crecer la fama mundial de Portugal y constituyó uno de los períodos más importantes de la historia del país. En los siglos XV y XVI, Portugal dominaba el comercio de especias en Europa y Lisboa era uno de los centros comerciales más importantes.

¿Qué hay que ver?

El Padrão dos Descobrimentos es una estructura de 52 metros de altura hecha de piedra caliza y se asemeja a la proa de un típico barco de vela portugués. Se puede visitar el interior del edificio. Además de un auditorio, cuenta con un museo sobre la historia de Portugal y un mirador en el tejado del monumento. Desde el mirador se tiene una magnífica vista de la vecina Torre de Belém, el monasterio de los Jerónimos y el puente del 25 de abril.

La imponente estructura muestra un total de 33 personalidades importantes de la Era de los Descubrimientos, desde escritores y pintores hasta historiadores y, por supuesto, marinos. En la parte superior hay una figura de Enrique el Navegante de nueve metros de altura que sostiene un pequeño velero. Detrás de ella se encuentran personalidades como Vasco da Gama, descubridor de la ruta marítima a la India, Bartolomeu Díaz, descubridor del Cabo de Buena Esperanza, el rey Alfonso V y otras importantes figuras de la Era de los Descubrimientos.

Delante del monumento hay un enorme mosaico de la rosa de los vientos con un mapa del mundo que muestra los diferentes lugares y rutas de los descubrimientos portugueses de los siglos XV y XVI. La rosa de los vientos fue un regalo de Sudáfrica a Portugal.