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Mercado de la Ribeira

Una institución para los gourmets y los amantes de la comida de calidad en Lisboa es el Mercado da Ribeira, situado justo al lado de la estación de tren de Cais do Sodré, en la orilla norte del Tajo. Desde 1892, los comerciantes del mercado presentan aquí sus productos en los puestos del mercado, que a menudo se transmiten de generación en generación. El Mercado da Ribeira es también una oportunidad para que muchos productores regionales y comercializadores directos de todo Portugal vendan sus finos manjares.

Una larga tradición en la oferta epicúrea de Lisboa

El mercado, del que aún se conservan grandes partes, se inauguró ya en 1882. Fue proyectado por el ingeniero Federico Ressano García y tenía como objetivo garantizar el abastecimiento de alimentos a los vecinos. A excepción de la sala este del mercado, que fue víctima de un incendio poco después de su construcción y fue sustituida por una ampliación en 1902, el Mercado da Ribeira ha permanecido prácticamente inalterado y en funcionamiento permanente hasta nuestros días. Un rasgo llamativo del edificio es la arquitectura de hierro típica de su época: el hierro fundido, un material de construcción moderno en aquella época, permitió levantar una construcción de techo ligero, alto y aireado sobre la zona de ventas. El portal principal, con su cúpula, sus maravillosos estucos y su llamativo reloj, está decorado de forma llamativa y es típico de las magníficas salas de mercado de esta época.

La transición a los tiempos modernos: el patio de comidas

Con la proliferación de los supermercados, pero también con el cambio de estilos de vida, el Mercado da Ribeira, como tantos otros mercados del mundo, entró en crisis. Pero la ciudad reaccionó a tiempo. Un rediseño completo del ala oeste en 2014 permitió reconceptualizar el mercado: se creó un salón de comidas llamado "Time Out Market Lisboa" bajo el nombre y los auspicios de la revista de viajes Time Out. En los cerca de 35 puestos de las salas del mercado tradicional, los gastrónomos pueden degustar las mejores y más famosas especialidades de Portugal, pero también descubrir delicias internacionales. En una superficie de unos 5.000 metros cuadrados se dispone de unas 750 plazas en sencillas mesas de madera. Lo que parece un patio de comidas de un centro comercial es, de hecho, un templo de las delicias de lujo sin muchos adornos en un ambiente animado.

La simbiosis entre el mercado tradicional y el salón de comidas de moda

El encanto especial del Mercado da Ribeira es, en realidad, el juego de impresiones y colores, pero también de las diferentes personas que frecuentan este mercado. Los olores de las verduras cosechadas esa misma mañana, del pescado fresco, de la carne de alta calidad y del queso picante se mezclan con los olores de los platos preparados o de las pastas dulces de los puestos de comida. La oferta abarca desde la cocina portuguesa clásica hasta la nueva cocina de lujo de algunos de los chefs más conocidos del país, así como influencias palpables de Brasil y Asia. El Mercado da Ribeira se disfruta mejor con tranquilidad y tiempo. Con una copa de vino, es ideal para echar un vistazo a las diferentes tentaciones culinarias y descubrir uno o dos manjares por sí mismo.