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Die Stierkampfarena Campo Pequeno

Una cosa de antemano: las corridas de toros son controvertidas en Portugal, porque sobre todo las generaciones más jóvenes perciben la lucha entre el toro y el torero como una crueldad y un ensañamiento con los animales. Pero en Campo Pequeno, al norte de la capital lisboeta, la tradición ha sobrevivido, a pesar de que el duelo en la arena, de aspecto arcaico, ha adoptado nuevas formas en los últimos años y se ha prohibido por ley matar a los animales en combate. El llamado "Atra Marialva", el duelo entre el hombre y el animal, se celebra anualmente entre el domingo de Pascua y el mes de octubre.

Peleas a caballo o a pie

En cada espectáculo, seis corridas de toros con seis toreros diferentes tienen lugar en el Campo Pequeno. Según ciertas reglas, también hay duelos en los que el torero lucha contra su oponente cuadrúpedo desde el caballo. En el proceso, se inflige dolor a los toros mediante la inserción de las llamadas "Farpas Compradas". Estos picos tienen que ser insertados tres veces. Al final, el animal debilitado es calmado y capturado por los "forcados", los cazadores de toros. Esta es la tradición en el Campo Pequeno de Lisboa.

Una sala multifuncional

El arquitecto portugués Antonio José da Silva diseñó el Campo Pequeno con su fotogénica fachada. La plaza se construyó entre 1890 y 1992 porque la plaza de toros original de Lisboa, situada en el Campo de Santana, se había quedado anticuada y fue demolida. La gran plaza de toros de la capital española, Madrid, sirvió de modelo a da Silva. Hasta 2006, el Campo Pequeno fue renovado una y otra vez y desde hace tiempo se utiliza como sala multifuncional para eventos de todo tipo.

Espacio para diez mil espectadores

Desde 2006, el centro comercial Comercial do Campo Pequeno, un cine y un amplio aparcamiento de varias plantas se encuentran bajo el estadio. La huella de la arena se dotó de torres en cada esquina, y la torre occidental tenía la función de entrada principal. Una característica de esta sala son las numerosas ventanas, cada una de las cuales tiene forma de herradura. La zona del evento estaba cubierta de arena, como en todos los tiempos de la tauromaquia. Diez mil personas pueden sentarse en las escaleras del Campo Pequeno para asistir a conciertos y corridas de toros. Junto a la arena hay un pequeño museo con fotos, reportajes pictóricos y trajes de los toreros.