1. Inicio
  2.  › 
  3. República Checa
  4.  › 
  5. Praga

Casa de la danza

La obra de arte arquitectónica de Praga

Terminada en 1996, la Casa Danzante es uno de los hitos más recientes de la capital checa, Praga. La inusual arquitectura del edificio, cerca del casco antiguo de Praga, fue bastante controvertida. Casi ningún otro edificio de la ciudad representa una arquitectura tan audaz y moderna como la Casa Danzante.

La historia de la Casa Danzante

En Jiráskuv Most, una calle no muy lejana del casco antiguo de Praga, había un vacío de construcción desde 1945, ya que la casa que allí se encontraba fue víctima de un bombardeo. Más tarde, los restos fueron arrasados. El edificio adyacente, de 1900, fue construido por Vaclav Havel, el abuelo del futuro presidente checo. Ya en la década de 1980, tuvo lugar una conversación entre Václav Havel, que vivía en la casa vecina, y el arquitecto Vlado Milunić. En ese momento se hablaba de la construcción de un centro cultural. Cuando Havel estuvo al frente tras la revolución, la idea se retomó y se concretó. En aquel momento, el terreno en barbecho era propiedad del banco ING, que encargó a Milunić, junto con los arquitectos Frank Gehry, el diseño de un edificio que tuviera una parte estática y otra dinámica.

Una arquitectura audaz que no tiene parangón

Un hecho destacable es que la Casa Danzante fue uno de los primeros edificios modernos que se construyeron tras la agitación política. El arquitecto Frank O. Gehry ya tenía experiencia con edificios curvos, pero con la Casa Danzante, junto con Vlado Milunić, consiguió crear una obra maestra de la arquitectura. En la esquina del moderno edificio hay dos dinámicas torres apoyadas la una en la otra, que simbolizan una pareja de bailarines y, por tanto, también son decisivas para el nombre del edificio. Otro elemento que llama la atención son las ventanas, situadas a diferentes alturas. La disposición escalonada añade aún más dinamismo visual. Sobrepasados por los pilares que se extienden sobre la acera hasta la calle, los componentes dinámicos del edificio aparecen extremadamente filigranados de una manera muy especial. La gracia de los edificios hace que los praguenses los llamen cariñosamente Ginger y Fred, ya que recuerdan a la pareja de bailarines Ginger Rogers y Fred Astair.

El moderno edificio se convertiría en un símbolo de su tiempo y simbolizaría las esperanzas de la joven república como ningún otro edificio. Así, en el momento de su construcción, la Casa Danzante podía considerarse también una declaración política, ya que el nuevo Estado quería ser un Estado moderno y esto se reflejaba también en la extraordinaria arquitectura.

Hoy en día, la Casa Danzante es un edificio de oficinas, pero también hay una galería en la planta baja que bien merece una visita. Se exponen obras de jóvenes talentos y las piezas expuestas cambian regularmente. Los amigos del arte contemporáneo deberían tomarse su tiempo para pasear por la galería. En la planta superior del edificio hay un restaurante llamado "Ginger & Fred", conocido por su cocina de primera clase, pero también por sus impresionantes vistas. Encima del restaurante hay también un bar acristalado con terraza, que es un popular mirador y ofrece una magnífica vista del Castillo de Praga.