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Carcasa de estudiante

Si desea experimentar una reliquia especialmente viva de la jurisdicción académica del pasado, le recomendamos que visite el Studentenkarzer de la Universidad Ruprecht Karls en la Augustinergasse de Heidelberg, no lejos de la Universitätsplatz de la ciudad vieja.

A Karzer: ¿Qué es eso en realidad?

La jurisdicción en los Länder alemanes se caracterizaba por una serie de particularidades. Por ejemplo, había tribunales especiales para nobles, miembros de la iglesia o incluso soldados. Del mismo modo, los profesores y estudiantes de las universidades no solían estar sujetos a la jurisdicción penal general, sino desde la Edad Media a la jurisdicción académica. En algunas sedes universitarias, esta jurisdicción es incluso sospechosa de delitos capitales.

Sin embargo, con el paso del tiempo, la importancia de la Jurisdicción Académica fue disminuyendo. Las universidades perdieron su jurisdicción penal real a finales de la década de 1870. Sin embargo, hasta principios del siglo XX, muchas universidades, como Göttingen o Heidelberg, castigaban las infracciones del reglamento disciplinario con detenciones breves y no honorables en celdas ("Karzer").

Para muchos estudiantes, se consideraba una obligación divertida haber cumplido condena en el Karzer al menos una vez durante sus estudios por embriaguez, por bañarse desnudo, por "arrastrarse por el pub malo" o por esgrima prohibida. Las condiciones de la prisión eran soportables, al menos en la fase final del Karzer. Se permitían las visitas de amigos, se podía pedir comida al exterior. También se permitió a los estudiantes asistir a sus clases. La última vez que un estudiante tuvo que cumplir su condena en el Karzer de Heidelberg fue en 1914. En 1920, la institución del Karzer también fue abolida formalmente en Heidelberg.

La primera cultura del grafiti

En la actualidad, el Karzer de Heidelberg, gestionado por el Museo de Historia de la Universidad, es uno de los monumentos más populares de la ciudad del Neckar, que atrae a unos 40.000 visitantes al año. Mark Twain visitó el Karzer en su viaje a Alemania en 1878. En las cinco pequeñas celdas, a las que se accede por una escalera y un pasillo, las camas, las sillas y las mesas dan una viva impresión de las condiciones de vida de los presos.

Durante las visitas guiadas, los visitantes pueden conocer todo tipo de anécdotas sobre el estado de ánimo y el libertinaje de las primeras generaciones de jóvenes académicos. Son especialmente interesantes los numerosos nombres y refranes escritos en las paredes de los barracones, con los que los internos se inmortalizaron. También llaman la atención las numerosas pinturas de escudos y las cabezas de estudiantes representadas en estilo de silueta.

También hay varias fotos de retratos. Era habitual que los dibujos y las fotos incluyeran referencias a la afiliación de los reclusos a las respectivas fraternidades estudiantiles, que eran obligatorias en aquella época. Casi todos los murales datan de la época guillermina.

Entradas y precios

Existe una entrada combinada para el Studentenkarzer y el Museo Universitario
  • Adultos: 3,- €.
  • Reducido: 2,50 euros
  • Entrada reducida con la Tarjeta Heidelberg