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Børsen

La antigua Bolsa de Copenhague

En las inmediaciones del Palacio de Christiansborg, en la isla de Slotsholmen, situada en el centro de la ciudad, se encuentra un impresionante edificio renacentista del siglo XVII: la Bolsa de Copenhague.

Se considera una obra maestra de la arquitectura y permite conocer un pasado apasionante. En la actualidad, el edificio es de propiedad privada y se utiliza exclusivamente como edificio de oficinas. Es una pena, porque así los visitantes sólo pueden ver la belleza del edificio desde el exterior. Sin embargo, los paseos por Slotsholmen son uno de los puntos más destacados de una visita a la fascinante capital de Dinamarca.

La historia de la Bolsa de Copenhague

El rey Christian IV decidió construir la bolsa en el siglo XVII. En aquella época, el edificio tenía espacio para 75 pequeñas tiendas en dos plantas. La Guerra de los Treinta Años hacía estragos en Europa y el comercio de mercancías se había paralizado por completo. El rey quería promover el débil comercio y ayudar a su ciudad a alcanzar una nueva prosperidad. Esto resultó difícil al principio. Pero con el paso de los años, se desarrolló un centro de transbordo único para las mercancías de todo el mundo: barcos de la India, América y China llegaban a Copenhague y ofrecían sus mercancías en la bolsa.

El edificio

La bolsa fue encargada por el rey Christian IV y construida según los planos de los arquitectos holandeses Hans y Lorenz van Steenwinckel. Con la construcción de la Bolsa de Copenhague, los hermanos crearon una joya de la arquitectura renacentista que todavía hoy atrae a admiradores interesados a la pequeña isla. El plan de construcción de los hermanos van Steenwinckel era ambicioso: primero hubo que talar innumerables robles en el continente, transportarlos a la isla y embutirlos en el terreno pantanoso. A partir de entonces, sirvieron de base a la Bolsa de Copenhague.

Tras 21 años de construcción, la bolsa se inauguró ceremoniosamente en 1640 y se declararon terminadas las obras. Hoy en día, los visitantes quedan fascinados por los detalles de diseño del edificio: no sólo son impresionantes los frontones y orieles ricamente decorados, sino que la inusual aguja también embelesa a muchos huéspedes. La torreta de la cresta representa cuatro colas de dragón entrelazadas y se eleva 56 metros hacia el cielo de Copenhague. Las tres coronas representan cada una de los tres reinos: Dinamarca, Noruega y Suecia.

¿Le gustaría explorar la isla por su cuenta? Se puede llegar a la isla desde el centro de Copenhague en transporte público. Puede utilizar un taxi acuático que circula por el puerto interior o tomar el autobús. Las líneas 40, 66 y 2A le llevan a la isla de Slotsholmen. Además, la estación de metro "Kongens Nytorv" está situada en las inmediaciones de la Bolsa.