Bingen am Rhein

Bingen, a orillas del Rin, ya estaba habitada por los celtas en la antigüedad. El nombre de la ciudad deriva de la palabra celta Bingium, que significaba "agujero en la roca" y hace referencia al agujero de Bingen, detrás de la Mäuseturm. Más tarde, la vía romana Ausonius conducía de Bingen a Tréveris. Se dice que los ratones se comieron una vez al arzobispo Hatto de Maguncia en la Mäuseturm de Bingen. Esta torre, construida en el siglo X, es ahora un punto de referencia de la ciudad. Otros edificios notables son la colegiata de San Martín (siglo XV), el castillo de Klopp (siglo XIII), el puente de Drusus con su capilla románica del puente, la antigua grúa del Rin, el Haferkasten con el Museo Stefan George, el Palacio Puricelli (construido en 1780) y el antiguo cementerio con su monumento a Napoleón.